Sopa fría de melón

El melón es una fruta de la familia de las curcubitáceas, como la calabaza, el calabacín y el pepino. Es una fruta muy hidratante ya que contiene aproximadamente un 92% de agua, y es por lo tanto adecuada para mantener una buena hidratación sobre todo en épocas de calor. Es también una fruta con bajo contenido en azúcares por lo que resulta muy poco calórica. Además, tiene un elevado contenido en vitamina C. Una ración de unos 100 gr de melón nos proporciona aproximadamente la mitad de las necesidades diarias de esta vitamina. Vamos, que es una fruta de la que podemos disfrutar sin ningún tipo de remordimientos.

Es inevitable que asociemos la palabra melón con verano ¿verdad? No hay comida veraniega que se precie sin un buen melón de postre, que sea dulce y jugoso y que esté bien fresquito.

A la hora de comprar un melón normalmente, al menos en España, estamos acostumbrados a comprar melón piel de sapo, el de piel verde y un poco rugosa. Sin embargo, existe una gran variedad de melones que son cada vez más habituales en los mercados. Entre ellos podemos destacar el melón Cantaloupe que se caracteriza por su carne naranja, el Galia redondo y amarillo por fuera y con una carne ligeramente verdosa por dentro y el melón amarillo que tiene forma similar al melón piel de sapo, pero su color exterior es completamente amarillo. Si no has probado estas variedades de melón, te recomiendo que lo hagas y verás que las texturas, sabores y aromas son completamente diferentes y de esa forma tendrás muchas más opciones a la hora de elegir un melón.

Eso sí, acertar al comprar un melón y que salga dulce y jugoso hay veces que resulta un poco difícil. ¿Quién no se ha visto en la tesitura de abrir un melón, probarlo y decir que no sabe a nada o que más bien sabe a pepino? Hoy te propongo una solución para ese tipo de melones. Ya verás cómo no vas a tirar nunca más un melón porque tenga poco sabor.

Como ya he dicho al principio, la forma más habitual de consumir el melón es de postre, tal cual, sin tener que añadirle nada. La verdad es que si tenemos un buen melón, esa es la mejor forma de consumirlo y disfrutar de su sabor. Sin embargo, existen otro tipo de preparaciones en las que también podemos utilizar el melón como ingrediente principal y que no son necesariamente un postre.

Para elaborar la receta de hoy he escogido un melón amarillo, pero perfectamente se puede sustituir por un melón piel de sapo y en especial, como ya he dicho, esos melones que no nos apetece mucho comer porque “no saben a nada”. Así que manos a la obra y vamos a preparar una sopa fría de melón que nos va a servir como primer plato o como aperitivo para antes de comer. Es una sopa fría facilísima de preparar y servida bien fresquita es una auténtica delicia.