Sacacorchos para vino

Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que este utensilio de cocina nos viene acompañando desde mediados del siglo XVII. A partir de la industrialización del vino y dada las cualidades de la conservación de su envasado, el sacacorchos para vino se encuentra presente en la mayor parte de las cocinas del mundo entero.

El diseño clásico de un sacacorchos de vino hace más de 300 años, era con la clásica forma de la letra T, pero en un principio eran en punta. Fue con el correr del tiempo que se ha resuelto la forma de espiral para poder entrar en el corcho sin que se desprenda ningúna particula del mismo hacia el interior del vino.

Uso correcto del sacacorchos para vinos

Lo principal que debemos saber es cómo tratar a la botella antes de servirla. Independientemente de la calidad del vino que vayamos a tomar, el hecho de que haya estado en reposo, preferentemente horizontal y a su temperatura sin lugar a dudas nos va a cambiar la experiencia. Evidentemente, cuanto de mayor calidad sean nuestros caldos, el corcho también va a filtrar y transmitir sabores. Con más razón en este caso, es importante que haya existido un tiempo de reposo antes de abrir la botella.

Preparación de la botella

Lo primero que debemos hacer, con un filo de hoja serrada, pequeño y curvo es hacer una pasado con el filo por todo el diámetro de la boca de la botella. Normalmente nos encontramos con el precinto de seguridad que según la marca y la calidad del vino, nos va a completar la nota visual en la botella.

A continuación y con ayuda de un paño seco, limpiamos bien el borde de la botella para eliminar cualquier resto de bodega.

Descorche

El proceso de apertura debe ser rápido y eficaz. Insistimos en el reposo y la temperatura de la botella antes de abrirla. Todo esto se puede echar a perder si el descorche se produce de forma brusca. Los mejores sacacorchos para vino son aquellos que son lo menos agresivo con la botella. Aquellos que con un mínimo de fuerza pueden quitar el corcho perfectamente para que el vino siga intacto y sin batir o agitar por una fuerza incorrecta.

Tipos de sacacorchos de vinos

Muchos de los diseños modernos hacen incapié en este punto de la comodidad y de hacer la mínima fuerza posible pero si nos fijamos en detalle, pecan de diseños que son muy aparatosos.

Hay sacacorchos para vino electrónicos, los hay con brazos laterales (muy populares), los básicos en forma de T y los sacacorchos de dos tiempos. Aquí debemos reconocer que entra en juego el factor de la comodidad del usuario puesto que cada persona le da la relevancia que considera al proceso de abrir una botella de vino. Pero en definitiva, como todo lo que sucede con los grandes utensilios, un buen sacacorchos de vino de calidad, bien diseñado y con los mejores materiales, nos va a sorprender. Y sobretodo debemos vigilar de que la espiral nunca llegue a pasar de lado. Si hacemos muchos giros de golpe y rompemos el corcho, inevitablemente irán restos al vino.

Sacacorchos para vino clásico

Es sacacorchos para vino clásico, en diseño fijo de T típico con mango de madera y espiral en acero es el modelo de toda la vida. Principalmente la desventaja mayor es que hay que hacer fuerza directa sobre el corcho. Esto nos trae una serie de complicaciones como la de tener que poner la botella entre las rodillas, ejercer máxima fuerza con el peligro de que se nos derrame contenido y nos manchemos y perdamos producto. Es un sacacorchos para vino que hace su cometido, pero en realidad nos rompe un poco la experiencia de mantener la forma y respetar al máximo la botella que vamos a consumir.

Sacacorchos de dos tiempos

Aquí podemos incluir también el de asas o brazos que también son muy populares. Los sacacorchos para vino que se diseñan con asas los encontramos realmente como un utensilio que es aparatoso. El momento de introducir la espiral suele ser engorroso, ocupa mucho espacio ( no lo podemos guardar en un bolsillo del pantalón por ejemplo) y lo encontramos bastante torpe para trabajar con el. Preferimos elegir un utensilio que nos haga recordar a las típicas navajas suizas. Compacto, construido con los mejores materiales, cómodo en mano y que nos sirva para nuestra tarea de la forma más rápida y eficaz posible.

Desde la tienda, como siempre buscamos los mejores productos queremos recomendarte el Sacacorchos Screwpull Dos Tiempos de la casa francesa Le Creuset. Entendemos perfectamente y nosotros lo hemos hecho también, el hecho de comprar el típico sacorchos de dos tiempos en una ferretería o bazar.

Lo práctico y sobretodo lo robusto de este sacacorchos para vino se nota desde el primer uso. La espiral en acero está perfectamente afilada, sin esfuerzo logramos penetrar en el corcho tanto si es natural como industrial. Y el proceso de descorche, se produce de forma natural apoyando correctamente el cabezal de acero en el borde de la botella.

La clave de este sacacorchos para vino está en su diseño y en los materiales que se usaron en su fabricación. A partir de un mango ergonómico, que sienta bien en mano y sobretodo la espiral que tiene un grosor determinado junto a la punta, el proceso de apertura se resulta mucho mas fácil y práctico aún que con el sacacorchos de asas.

Sacacorchos para vino tipo palanca, ligas mayores

Si queremos entrar en el refinamiento de abrir una botella de vino, seguramente el sacacorchos para vino con mecanismo del tipo palanca nos va a resultar cuanto menos, de las opciones más profesionales. Este utensilio está diseñado principalmente para poder perforar el corcho a una distancia ideal para no romperlo con absoluta facilidad y sin el más mínimo esfuerzo.

El diseño contempla un círculo que sujeta la boca de la botella a la vez que con un mecanismo mecánico accionado por palanca, la espiral entra en el corcho y con un movimiento inverso se destapa en cuestión de segundos.

Por último, queremos resumir en que tu elección debería basarse fundamentalmente en conseguir el utensilio definitivo. O al menos un utensilio que sea de calidad que te va a durar muchos años porque son productos que no se desgastan fácilmente y te van a permitir disfrutar de el verdadero placer que es abrir una botella de vino.

A veces es más importante la preparación del vino al precio, esto nos lo pueden asegurar todos los sommeliers. O que hay vinos que se presentan baratos que resulta que son mejores a otros de precio mayor. Aunque por suerte no sea siempre así, la experiencia de abrir una botella de vino siempre es una actividad que nos reporta satisfacción. Sabemos que nos predisponemos a una comida a un brindis o a una situación que nos va a alimentar el espíritu.