Molinillos de pimienta: cómo elegirlo

Junto a la sal, el aceite y el vinagre, la pimienta es un habitual de nuestras mesas y en restaurantes. Sin embargo, así como recomendamos moler la sal marina al gusto para un consumo más saludable, también consideramos imprescindible prescindir de la pimienta molida y molerla en grano al momento con un buen molinillo de pimienta.

Son varias las razones por las que es totalmente recomendable moler cada vez que se necesita los granos de pimienta, en vez de comprarla ya molida. El primero y principal, es que se consigue todo su aroma, porque al molerla se liberan sustancias aromáticas orgánicas que se evaporan rápidamente. Los expertos en cocina añaden que además de fresca ha de ser buena, y que hay que comprobar su origen y la fecha de su cosecha.

El aroma de la pimienta recién molida abre el apetito y es un auténtico placer. Comprando directamente granos de pimienta te aseguras además de que es natural y no contiene aditivos.

Cómo utilizar el molinillo de pimienta

La pimienta es sin duda un ingrediente imprescindible para sazonar platos salados y dulces, y una buena forma de reducir el excesivo uso de sal en la cocina.

La tradición indica que en los guisos, estofados, caldos…, mejor introducir en la cocción granos enteros de pimienta. Y que sobre cualquier otro plato, espolvorear la pimienta recién molida, una vez cocinado, para aprovechar al máximo su aroma.

Cuando se espolvorea sobre una cocción que todavía humea y desprende mucha humedad, suele pasar que la pimienta se queda adherida a las paredes del molinillo. Pierde parte de su aroma y el molinillo acaba resintiéndose. En estos casos, es preferible moler la pimienta sobre la mano o un plato e incorporarla entonces a la receta. Este método permite además controlar la cantidad exacta de pimienta que se aplica.

Cada vez que uses el molinillo, pásale un trapo húmedo o papel de cocina para mantenerlo perfectamente limpio. El engranaje ha de limpiarse cuando se cambia de tipo de grano -para no mezclar sabores-, y de vez en cuando. Un truco infalible es es vaciarlo de restos y moler sal: ésta arrastrará los restos de pimienta.

Coloca pocos granos en el molinillo de pimienta y guarda el resto en un recipiente hermético, a resguardo de la humedad y de la luz.

Qué molinillo de pimienta elegir

Algunas marcas de especias venden granos de pimienta en envases de plástico-molinillos desechables. Son una opción práctica que sin embargo contribuye a generar desechos plásticos y no siempre incluye la fecha de recolección de los granos: pueden llevar mucho tiempo a la venta. Lo mejor siempre es buscarse un proveedor de especias a granel, que conozca bien su origen y que te pueda recomendar variedades de pimienta y su utilización.

A un buen molinillo hay que pedirle por tanto que sea duradero, que muela fácilmente en varios grosores, y que nos guste mucho. ¡Lo vamos a utilizar muchas veces a lo largo de los años! El mecanismo del molinillo es fundamental y lo que le aporta la calidad. Ha de moler fino y homogéneo, sin dejar pasar trozos. Los buenos molinillos tienen engranajes de acero o cerámicos.

Pequeño o grande, eso depende del uso que se le vaya a dar. Si es diario, uno grande es una buena opción. Si se utiliza de vez en cuando, mejor invertir en un buen molinillo de tamaño pequeño. Se acaban antes los granos en su interior y se evita que pierdan su aroma o queden húmedos. Mejor ir recargando cada poco tiempo con los granos de pimienta conservados en el recipiente hermético.

«Mi historia con los molinillos para la pimienta ha sido regular. He tenido uno de madera que me duró bastante, pero molía muy irregular y salían unos trozos grandes y otros pulverizados. Tuve uno eléctrico, del Lidl, que fue bien los dos primeros meses, y al tercero dejó de funcionar, y llegó un momento en que desistí: me apañaba con el propio molinillo que viene en muchos envases de especias.

Pero los Reyes Magos, tan majos ellos, hace 3 años me trajeron el molinillo que veis en la foto y que desde entonces me acompaña a diario en mi cocina. Es perfecto, de acero inoxidable, eléctrico a pilas, y de uso muy sencillo: sólo hay que apretar un botón con mayor o menor intensidad para que salga la cantidad deseada. La pimienta sale molida toda por igual. Mantenimiento casi nulo: creo que estos años de uso casi diario he tenido que cambiar las pilas una vez. Tiene luz, cosa que parece una tontería, pero que viene estupendamente para cuando añades la pimienta sobre la marcha, y así ves perfectamente cuánta cae.» Mi molinillo para pimienta, Webos fritos.

El molinillo eléctrico Peugeot

Un molinillo con el sello Peugeot tenía que estar dotado de alta precisión tecnológica. Por eso los molinillos eléctricos Peugeot tienen un diseño impecable, una eficacia probada y muy buena fama.

El modelo Zeli que tan buen servicio da a Webos Fritos es pequeño (14 cm) y ergonómico, con interior y revestimiento de acero inoxidable y una doble espiral para moler los granos. Incluye una pequeña lámpara y pilas. Tiene una garantía de 2 años, y para el mecanismo de molienda garantía de por vida. Permite visualizar el nivel de los granos de pimienta a través de su compartimiento transparente.

Se muele pulsando su botón superior, con una sola mano. Un golpe suave produce pimienta machacada para carnes o sellados. Otro más intenso, finamente molida. Es tan cómodo porque permite añadir la pimienta mientras se remueve.

Los molinillos de cerámica Le Creuset

Como todo lo de esta marca francesa, son de gran calidad y a la vez muy elegantes. Destacan por sus múltiples detalles y su vivo color cereza. El cuerpo está fabricado en plástico ABS muy resistente, el mecanismo es cerámico y el pomo regulador, de acero inoxidable. El de pimienta tiene una «P» grabada en este último, una «S» el de sal.

Para moler, se toma el molinillo con una mano, mientras se gira su cabezal en el sentido de las agujas del reloj, con la otra. Extrayendo el cabezal se rellena el molinillo. Cuanto más se ajusta al enroscarlo de nuevo, más fino muele. Son molinillos ideales para tener siempre a mano en la cocina y en la mesa.

El molinillo sal y pimienta de Kyocera

Una excelente idea para acostumbrarse a tomar sal y pimienta recién molidas, ¡mucho mejor que el salero y el pimentero en la mesa! Y con la excelente calidad del mecanismo cerámico de zirconia -cercano a la dureza del diamante-, de la marca japonesa Kyocera. Su cuerpo es de resistente plástico ABS, muy fácil de mantener limpio (es además apto para lavavajillas).

Permite ajustar la finura del molido y tiene una excelente relación calidad/precio.

El molinillo Peugeot funciona con pilas, los de Le Creuset son grandes y elegantes, el Dual de Kyocera sustituye al salero/pimentero en la mesa.

Recetas con pimienta

Utilizamos la pimienta tanto para cocinar como para terminar algunas recetas, pero también en salsas, embutidos, escabeches, marinados, bebidas, zumos y postres, en cocinas de todo el mundo. Es prácticamente imprescindible en carnes, pescados, huevos y en el zumo de tomate. En India se utiliza hasta para el café, en Arabia se añade a las infusiones. Potencia el sabor de platos y alimentos.

La pimienta negra suele ser la más fuerte de sabor. La rosa, es más suave y decorativa, ideal para ensaladas o salsas. La pimienta rosa y la negra son protagonistas en los últimos años de muchos postres y chocolates, que ven potenciado así su dulzor por contraste. La pimienta blanca suele ser más empleada en salsas, bechameles, natillas y marisco, por su discreto color (en el caso del marisco, evita que parezca arena).

A lo largo de la historia se ha utilizado también con fines curativos. Tiene propiedades digestivas, antioxidantes y antibióticas. Es excelente para abrir el apetito y para que siente bien la comida.

Recetas clásicas con pimienta

En las recetas que utilizan crema de leche, nata liquida o caldo, la pimienta suele cocinarse en ellas. También es un clásico molerla y agregarla a la carne o el atún antes de sellarlos, aunque muchos cocineros afirman que es mejor agregarla después (¡prueba y decide qué más te gusta!). Mezclas tres pimientas y un poco de sal gruesa en un plato y los cubres con ello para formar una costra.

Y es tan fácil de utilizar como, por ejemplo:

Salsa a la pimienta (de cajón de sastre): Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva y un trocito de mantequilla a derretir, añadimos unos granos de pimienta verde y negra, salteamos ligeramente y añadimos nata líquida, rebajamos el fuego. Removemos y dejamos que tome temperatura. Apagamos y molemos un poco de pimienta por encima para dar aroma.

Filete mignon a la pimienta: se asa en la sartén con sal y pimienta. Al darle la vuelta, se pone por encima un poco de mantequilla y un chorrito de brandy, formando una costra.

Crema catalana a la pimienta blanca: cuando se hace la crema, se añade esencia de vainilla y  pimienta blanca.

Salsa carbonara: la auténtica receta de carbonara es de huevo, queso y pimienta, más trozos de bacon.

La pimienta también se puede machacar con un mortero de cocina. ¿Tienes claro para cuántas cosas sirve este útil utensilio?

* Créditos de la imagen principal: «» de Olivier Bataille en Flickr.