Un divertido bundt cake para hacer con niños

Del bundt cake:

• 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 300 g de azúcar blanca
• 4 huevos tamaño L
• 250 g de yogur natural
• 420 g de harina
• 10 g de levadura
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 70 g de lacasitos machacados
• 40 g de gotas de chocolate

Del glaseado:

• 100 g de chocolate fundido
• Un puñado de mini lacasitos

Cómo preparar este bundt cake con niños:

Ya sabes que cuando se va a cocinar, es siempre mejor preparar los ingredientes y utensilios previamente, y así solo hay que seguir los pasos sin prisas, o sin descubrir de pronto ¡que falta un ingrediente! Puede ser pues una gran idea que los niños se ocupen de esta parte.

Eso sí, precalienta el horno, con calor arriba y abajo, a 175º, que esté en su justo punto cuando introduzcáis el bundt cake.

Los pasos más divertidos

Los siguientes pasos van a ser de lo más divertido para los niños. Primero, engrasar el molde de bundt cake de 12 cups de capacidad, con spray desmoldante. Que quede brillante por dentro y listo para no pegarse.

Y después, tamizar la harina con la levadura, una delicia para ellos. Les parecerá nieve cayendo. Déjala caer en un gran bol para que, cuando metan las manos -que seguro lo hacen-, no se desparrame.

Batir la mantequilla con el azúcar va a ser una gran juerga. Lo difícil para ellos será hacerlo a buen ritmo ¡y sin comérselo! Se bate unos dos o tres minutos, hasta que esté esponjosa.

Dándole sabores

La diversión continúa añadiendo ahora los huevos, de uno en uno. ¿Cómo vas a hacer para que los casquen? Mejor en un cuenco, así si queda cáscara, se puede eliminar antes de volcar el huevo en la masa. A medida que se echan los huevos, hay que batir.

Llega el momento de los grandes aromas. Ahora hay que incorporar el extracto de vainilla y el yogur. ¡Déjales que huelan! Se bate de nuevo, hasta que se hayan incorporado a la mezcla.

Y ahora, la harina en dos tandas, mezclando lo justo para que se incorpore a la masa.

Es el momento de añadir  los lacasitos y los chips o gotas de chocolate. Qué pena les va a dar verlos desaparecer entre la harina. Les gustará ver luego, una vez hecho el bundt cake, cómo se han transformado en deliciosos trozos de chocolate integrados con la miga. Hay que mezclarlos con la ayuda de una espátula.

El momento mágico

Ya está la masa hecha. Ahora hay que verterla en el molde. Deja que sean ellos los que den suaves golpecitos del molde sobre la superficie de trabajo, para que se eliminen las burbujas de la masa. Aprenderán a hacer las cosas con cuidado y a mimar las recetas.

Hay que introducirlo en la zona central del horno y sobre la rejilla. Hornear durante 45 minutos aproximadamente o hasta que al introducir una brocheta, esta salga limpia. Sobre todo explícales que ¡no se puede abrir el horno para verlo! Les encantará ir de vez en cuando y ver cómo sube, ¡y cómo huele!

Cuando ya esté hecho, hay que sacarlo del horno y dejarlo reposar dentro del molde y sobre una rejilla durante 10-15 minutos. Ay ay ay cómo les va a costar. Luego desmoldáis y dejáis que termine de enfriar sobre la rejilla antes de cubrir con el glaseado. Es un buen momento para probarlo, calentito y con una textura diferente a la de una vez frío. Pero solo probarlo, que no les duela la barriguita.

Y el toque final.

El momento del glaseado es más delicado, porque se funde el chocolate al baño maría o en el microondas en tandas cortas de 30 segundos. Necesita mucha supervisión del adulto.

Una vez vertido el glaseado sobre el bundt cake frío, qué gran momento: hay que adornarlo con mini lacasitos. Seguro que los  niños tienen cientos de ideas de cómo hacerlo. ¡Todo suyo!

Y añadimos a petición de Verónica que reserves también unos minutos a recoger el amoroso desorden que seguro ha quedado en la cocina. Aprender a trabajar limpio en la cocina… ¡para más adelante! ; )

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